
Es extraño, aún teniendo mucho sueño apenas dormimos, parpadeamos levemente, frente a frente, imperceptibles suspiros escapan sin querer, rozas mi sien con los dedos, eres frío y silencio.
Aspiras el vaho que dejan mis palabras, tan muertas como tú.
Te giras rápidamente, tienes miedo.
Calma.
Es entonces cuando tembloroso te vuelves, buscas mi rostro y te atreves a decirlo.
Esto no nos llevará a ningún sitio.